miércoles, 22 de agosto de 2012

La mujer del taxi

Espero el taxi en la misma esquina de cada dia. Con el mismo frio penetrante de cada noche de este invierno. Aspiro el humo de mi cigarro y lo tiro al suelo para apagarlo mientras veo como se aproxima un taxi. El primero que veo desde hace 10 minutos.

El auto se detine y baja una hermosa mujer. Alta, de piernas largas y de ojos oscuros. Su embragiante perfume me envuelve y me hace soñar. Volteo y veo su rostro de perfil, simplemente perfecto. Las curvas de su cuerpo, su caminar, el caer de su pelo; todo me hace soñar e imaginarla. Ella voltea, me mira y me guiña un ojo. Quedo idiota.

El taxista me toca el claxon, solo el sabe cuanto tiempo me ha esperado. Le indico el lugar a donde quiero ir, me subo al carro y empezamos el viaje. Me pongo el cinturon y respiro profundo, el olor de ella sigue en el carro. Respiro nuevamente y dejo que mi imaginacion vuele. Imagino nuevamente el guiño que me dio y cominezo a idear la historia perfecta entre ella y yo.

La tomo del brazo y le pregunto su nombre. Ella no responde. Me desentiendo de mi mismo;la tomo del otro brazo y la beso. No póne resistencia alguna y me besa de igual manera, juega con mi cabello, juega con mis manos. Nos besamos, nos detenemos y nos vamos a su departamento. Una conversacion, unas carcajadas, un vino y dos cigarros. Olvido el tiempo y volvemos a besandonos.

Sigue avanzando la noche y seguimos conversando de temas que ya no tienen interes para ninguno. Nos desvestimos con las miradas y exploramos nuestros cuerpos. Me tumba en la cama de su cuarto y se desnuda ante mis ojos. Su cuerpo es lo mas perfecto que haya visto alguna vez; sin pensarlo la tomo de la cintura y delicadamente la acuesto a mi lado.

Con el alcohol de los vinos corriendo libremente por nuestra sangre, nos dejamos llevar por el deseo de nuestros cuerpos. Siento la fuerza de su cuerpo y en el punto maximo siento como sus uñas se clavan en mi cuerpo, siento el dolor, casi podria decir que hasta me hizo sangrar; sin embargo, todo eso causa un gran placer. Todo termina y la veo levantarse y recoger sus ropas. Lentamente se va poniendo toda su ropa y solo voltea para despedirse.

El tiempo pasa, las horas pasan y yo duermo. Al despertar veo el techo de lo que parece ser un baño. No hay taxista ni taxi a mi alrededor, no estoy en el lugar al cual le pedi que me lleve; es mas, no tengo idea de donde estoy. Trato de levantarme, pero no siento mi cuerpo. Miro a mi alrededor y veo que, efectivamente, estoy en un baño. Para ser mas precisos, estoy metido en una bañera. Siento un frio que recorre todo mi cuerpo y esto solo se puede deber a que estoy sumergido en hielo.

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